8.12.11

Historia de un artista

…que es el día de la inmaculada concepción, que hay que preparar la casa, armar el arbolito, que si hay 7 campanitas o un enano de navidad, que si los adornos tienen que ser de un color u otro, las luces, la estrella…
 pero además
un 8 de diciembre de 1886, el mismo año en que tuvieron lugar las huelgas que determinaron el Día del trabajo, el mismo año en que se inauguraba la estatua de la libertad,  nacía en Guanajuato un hombre que bautizado como Diego  María de la Concepción JuanNepomuceno Estanislao de la Rivera y Barrientos Acosta y Rodríguez, que  dejaría una huella imborrable y hermosa…
Conocido como Diego Rivera, el gran muralista, le puso rostros y colores a la historia de México…desde Benito Juárez a Emiliano Zapata, de Frida Kahlo a campesinas anónimas con  trabajos inolvidables y críticas feroces a su tiempo…el mundo conoció mucho de las tierras aztecas gracias a su obra.
Supo de excesos, de grandes amores, de política…y todo lo volcó a sus pinturas y sus murales…y casi ninguno de ellos puede ser ignorado, pero no es eso lo que hoy quiero compartir, sino una frase que se hace conocida a partir de una entrevista que por los 50  le realiza Elena Poniatowska  y en la que afirma que "En primer lugar yo estoy totalmente seguro de que la mujer no es de la misma especie del hombre. La humanidad es la mujer. Los hombres somos una subespecie de animales, casi estúpidos, insensitivos, inadecuados completamente para el amor, creados por la mujer para ponerse al servicio del ser inteligente y sensitivo que ellas representan. Un animal semi inteligente que ejecuta las tareas necesarias mediante la dirección de las mujeres, es decir, el hombre es a la mujer lo que el caballo es al hombre y nada más."1
Este hombre pintó a muchas mujeres, este hombre amó a muchas mujeres, fue amado y admirado…y así sentía…



1 En La Jornada, entrevista por Elena Poniatowska publicado en  Elena Poniatowska, Palabras cruzadas: crónicas, México DF, Ediciones Era, 1961

No hay comentarios: