No se habían visto nunca así cara a cara, sin embargo estaban destinados a encontrarse... habían tenido paciencia, habían sido malqueridos, maltratados y a pesar de eso habían seguido esperando ese amor que salva, que hace creer que la vida tiene sentido...
Ella tenía cerca de 25 años y él muchos más, ella tenía una historia de abandono, violencia y desprecio que le pesaba en el corazón, él había nacido en los arrabales, mezcla de aborigen, criollo e inmigrante, gaucho y porteño, un poco compadrito, un poco inocente, un poco chucaro...
Su encuentro no fue producto de la casualidad, su encuentro fue producto del destino, desde la desgracia de San Juan en el 44, ella se hizo más conocida, su vida se volvió más publica y entonces él la reconoció…parecía que la esperaba desde siempre, que tanta exclusión se aliviaba con un abrazo suyo…y así de a poco se fueron conociendo...y así de a poco se fueron enamorando…
Ella reconoció en miles de miradas su propia historia, sus propios sueños, y él sintió que le hablaban, por fin, de igual a igual...
Como si conociera su destino ella le dedicó días y noches, rabiosamente, sin descanso, como si tuviera miedo que el tiempo no le alcanzara para reparar tanta cosa injusta, ocho años de su vida, sus últimos ocho años fueron para Perón y para él…
y entonces, el pueblo, le devolvió ese amor multiplicado por mil,
y la hizo eterna...
y entonces, el pueblo, le devolvió ese amor multiplicado por mil,
y la hizo eterna...
1 comentario:
Que Dios proteja al Pueblo Argentino e ilumine a sus gobernantes!
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