8.3.12

Historia de mujeres

Tengo la suerte de haber crecido entre mujeres que trabajan. Todas mis referencias, todas las mujeres que dejaron huellas en mi vida son mujeres que trabajan, y hacen digna esa labor, mi mamá, mi tía Marian, mis grandes amigas, mis maestras y mis profesoras, mis compañeras…
Mi mamá se levantaba cada día y se iba a trabajar, hermosa, con polleras plato, con rodetes perfectos, habiendo ordenado todo, habiendo dejado el almuerzo para cuando llegáramos del cole, la ropa de la tarde, la casa impecable… con los años supe que a veces (muchas veces) le dolía la cabeza, que corría para llegar a una reunión de padres del primario, que se le complicaba de verdad el día que la señora que nos cuidaba faltaba…pero lo supe cuando saberlo me hizo admirarla más…y aprender
Mi tía empezó de cero más de una vez, a una edad que ahora sé que no es fácil, y le demostró a un mundo medio ciego que una mujer de 40 y pico puede ponerse al hombro toda una oficina… , poner patas arriba un banco y volverse indispensable.
Mis amigas son grandes mujeres… tengo amigas que están locas y trabajan más de lo que pueden y le solucionan los problemas a todos, …tengo amigas que quieren hacer pilates pero que por suerte dan clase, y son increíbles… y son mamá, amiga, oreja… tengo amigas con las que me rio, con las que cada rato compartido es una fiesta….y podemos hablar de pavadas o de sueños o de grandes miedos… tengo amigas de siempre, de hace poco, amigas comadres, amigas para “andar por la huella”, amigas q veo poco, y otras q veo casi todo el tiempo…
Tengo amigas que me llevan por caminos de cuentos y películas, mujeres increíbles, mujeres q no bajan la guardia, mujeres que admiro y a las que me gustaría parecerme…   no son tantas eh, no crean, pero son del tipo de mujeres por las este día cobra para mi una dimensión  especial,
... brindo por cada una de ustedes, mujeres, gente querida                        
                                                                                                                            Maridé 




“El 8 de marzo se conmemora el Día de la Mujer. Ese día se reafirma “la plena participación, en condiciones de igualdad, de la mujer en la vida política, civil, económica, social y cultural”.
A principios del siglo XX, algunas militantes por los derechos de la mujer en Estados Unidos conmemoraban el Día de la Mujer el último domingo de febrero. En la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague en agosto de 1910, las delegadas norteamericanas Lena Morrow Lews y May Wood presentaron la moción de celebrar en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer. La propuesta fue aprobada, pero durante algunos años el Día de la Mujer se conmemoraría en varios países en diferentes fechas.
El incendio ocurrido en la fábrica textil Compañía de Blusas el Triángulo en Estados Unidos el 25 de marzo de 1911 reavivó los reclamos de las trabajadoras que venían denunciando las precarias condiciones laborales a las que eran sometidas. La tragedia ocurrió cuando se desató un incendio en la fábrica causando la muerte de 146 trabajadores, en su mayoría mujeres.
Recién en 1914, las mujeres del mundo lanzaron un llamado de fraternidad universal y fijaron el 8 de marzo como fecha universal dedicada a la mujer luchadora.
A continuación transcribimos un fragmento del libro Mujeres tenían que ser, de Felipe Pigna, donde se relatan aquellos episodios.”

Felipe Pigna, Mujeres tenían que ser. Historia de nuestras desobedientes, incorrectas, rebeldes y luchadores. Desde los orígenes hasta 1930, Buenos Aires, Planeta, 2011, págs. 451-453.