2.12.11

Historia de un amor (2)


Mariano Moreno había nacido en Buenos Aires, era hijo de españoles  y vivió en la cabeza del virreinato, en el barrio de San Telmo hasta que a los 21 años partió a Chuquisaca a estudiar.
Cumpliendo la voluntad de su padre primero realizó estudios teológicos, luego estudió derecho.

Pero la ciudad altoperuana le tenía mucho más reservado… autores  como Juan de Solórzano y Pereyra y Victorián de Villalba, le dejaron la más profunda huella.  De Solórzano y  su Política Indiana, conoció la igualdad de derechos para los criollos. De  la mano de los trabajos de Villalba, la aguda denuncia sobre  la brutal esclavitud a que se sometía a los aborígenes en las minas. Allí también conoció los grandes pensadores de la ilustración, así Voltaire, Montesquieu y Rousseau le llenaron la cabeza de ideas y el corazón de impulsos… inspirado por esas ideas, en el prologo de la traducción de una obra escribiría años mas tarde “Si los pueblos no seilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo quevale, lo que puede y lo que sabe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas ydespués de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestrasuerte, mudar de tiranos, sin destruir la tiranía”
Sumado a esas lecturas en 1802, Moreno visitó Potosí y quedó profundamente conmovido por el grado de explotación y miseria al que eran sometidos los indígenas en las minas, la realidad se iba acercando más y mas a los autores que tanto lo conmovían.

Ajeno a este mar de ideas, un camafeo era exhibido en una exposición de platería, en la ciudad de Chuquisaca, en el podía verse la imagen de una joven, María Guadalupe Cuenca, de una familia de Charcas, que por la voluntad de sus padres estaba destinada a ingresar a un convento para ser monja, destino que no la hacía feliz…

Cuentan que el joven abogado Moreno vió una tarde ese camafeo y quedo hipnotizado por la belleza de la joven, por intermedio de sus conocidos se puso en contacto con  el platero quién le revelo la identidad de la niña de sus sueños, y digo niña porque Guadalupe contaba en ese entonces con apenas 13 años.
Se presentó en la casa de los Cuenca y pidió la mano de Guadalupe.

Hacia fines de mayo de 1804 María Guadalupe Cuenca se convirtió en la Sra. de Moreno, y la joven pareja se traslado a Buenos Aires, con un bebe de pocos meses.

La política,  el periódico “La Gaceta”, su familia…Moreno asumía  con la misma pasión todo lo que emprendía.

Eran años de  compromiso y entrega, de lealtades y lucha pero también de ambiciones desmedidas e intrigas. En medio de las tensiones de la primera junta Moreno fue enviado en  una misión diplomática a Londres,  donde, como ya es sabido, jamás llegó.

Enero de 1811 fue la última vez que Guadalupe y Moreno se vieron, el dejo en Buenos Aires a su amor, un niño de pocos años y sus sueños de independencia…y murió camino a Londres.

Sin saber el terrible destino de su esposo Guadalupe seguía escribiéndole, esas cartas muestran un profundo conocimiento de la vida política del Río de la Plata, esa niña del camafeo se había convertido en una mujer y una compañera que había entendido la excepcionalidad del momento que viva y el lugar que ocupaba. Fue una mujer que supo estar a la altura de las circunstancias, de la que Moreno seguramente estaba profundamente orgulloso.

Sus historia de amor duro poco más de 7 años, sin embargo fue un amor como pocos, un amor de esos que cambian la historia.





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